"No pinto el ser, pinto el pasar", dice Montaigne (Ensayos, III, 2), tal vez recordando a Heráclito. Todo está de paso por este lugar: lo mostrado, quien lo muestra, quien lo ve. Al fondo, la montaña Huangshan, en el corazón de China, por donde anduve deambulando hace unos años. Y conste que, si el título de este cuaderno está en francés, es solo porque en español ya estaba ocupado. En realidad, esa imagen, la montaña vacía, es un lugar común del taoísmo. ¿Y no son estos cuadernos, al fin y al cabo, un lugar común por donde todos transitamos? Lugares comunes, lugares ocupados, lugares vacíos.

domingo, 1 de enero de 2012

It was 50 years ago today (1.1.1962)

Neil Aspinall

Hace hoy cincuenta años, el 1 de enero de 1962, en Inglaterra hace un frío que pela. El país inicia el nuevo año bajo un violento temporal. Aunque es peligroso conducir por las carreteras cubiertas de hielo y azotadas por la nevasca, el día anterior cinco jóvenes se han trasladado de Liverpoool a Londres apretujados en una furgoneta de alquiler: cuatro de ellos llevan ya unos años evolucionando en un grupo musical que desde hace poco tiene nombre definitivo; el conductor del vehículo, un tipo delgado y prematuramente alopécico llamado Neil Aspinall, ha sido compañero de colegio de dos guitarristas del conjunto, es novio de la madre del batería y, aunque entonces dista mucho de poder siquiera imaginarlo, será en pocos años gerente de un imperio.



Mike Smith


Recordemos los antecedentes inmediatos. El 9 de noviembre de 1961, Brian Epstein, aficionado a la música y miembro de una familia de negociantes judíos, recorre la escasa distancia que separa su tienda de discos NEMS del local The Cavern para ver tocar a los Beatles en la sesión del mediodía. Lo acompaña su ayudante Alistair Taylor. Fascinado por lo que allí ve y oye, a comienzos de diciembre propone al grupo ser su manager. Los muchachos aceptan, y Epstein inicia tentaculares e infatigables gestiones para conseguirles un contrato discográfico. Su primer atisbo de un logro se produce cuando Dick Rowe, responsable sectorial de la casa discográfica Decca, acepta que un delegado llamado Mike Smith se desplace a Liverpool para ver tocar a los Beatles en The Cavern. Smith Lo hace el 13 de diciembre y, después de la velada, propone a Epstein una audición del grupo, que queda fijada para el lunes 1 de enero de 1962, a las 11 de la mañana, en los estudios de Decca en Londres.





De modo que la víspera de la cita, último día de 1961, Epstein viaja a Londres cómodamente en tren, mientras que John, Paul, George y Pete embarcan junto con sus instrumentos y amplificadores en una furgoneta que su amigo y roadie Neil, desconocedor de la ruta y confundido por las nevadas, tardará diez horas en llevar hasta su destino. Al llegar, se registran en el modesto Hotel Royal; en un Londres gélido y festivo, salen a dar una vuelta por Trafalgar Square, comen algo, pasan el año nuevo entre dispersos jolgorios callejeros y se recogen a dormir, ateridos. No se enteran de mucho, andan ensimismados pensando en la cita crucial del día siguiente.
Los estudios de Decca en Londres (hoy un teatro)


Las cosas no empiezan bien el día 1 del mes 1, a las 11, en la severa sede de Decca situada en la calle  Broadhurst Gardens de West Hampstead. Smith se retrasa notablemente, lo que irrita al impecable gentleman Epstein; después, rechaza los equipos de sonido tan trabajosamente llevados por los músicos y les obliga a emplear los medios técnicos del estudio. Limadas estas y otras asperezas, comienza la sesión de grabación, dirigida por Smith con la ayuda de Tony Meehan, recién contratado por Decca como arreglista de producción y batería de estudio después de dejar a los Shadows. Los Beatles interpretan, durante una hora, un repertorio que Epstein ha seleccionado para mostrar un abanico variado de cualidades y registros. Según la versión más consolidada de los hechos, los Beatles graban las quince canciones que figuran en la siguiente lista, en ese orden (tres de ellas, las que llevan asterisco, son composiciones de Lennon-McCartney):



"Like Dreamers Do" (*) - "Money (That’s What I Want)" - "Till There Was You" - "The sheik Of Araby" - "To Know Her Is To Love Her" - "Take Good Care Of My Baby" - "Memphis, Tennessee" - "Sure To Fall (In Love With You)" - "Hello Little Girl" (*) - "Three Cool Cats" - "Crying, Waiting, Hoping" - "Love Of The Loved" (*) - "September In The Rain" - "Bésame Mucho" - "Searchin’"
 

Uno de los numerosos discos pirata que reproducen las grabaciones del 1 de enero de 1962
La famosa foto fue tomada en una sesión realizada por Albert Marrion el 17 de diciembre de 1961

Los testimonios coinciden en afirmar que la audición no arranca con buen pie. Nerviosos, quebrantados por el viaje y el frío, desconcertados en un entorno rígido y formal, los Beatles no dan lo mejor de sí mismos; pero poco a poco se van animando, y acaban razonablemente satisfechos de la prueba. Contra lo que hoy nos sugieren esas grabaciones, ellos salen de allí convencidos de que Decca no tardará en ofrecerles un contrato discográfico. Ese mismo día, Smith prepara para su jefe Dick Rowe, que se encuentra de viaje, unos acetatos con las grabaciones. Este material se filtrará después al mercado, en forma de discos pirata, bajo títulos como The Decca tapes, The Decca sessions o The Decca audition. Los Beatles se vuelven a Liverpool, a seguir tocando allá donde los contraten, a esperar noticias. En el Londres nevado y medio aturdido por la resaca, desde el centro mismo de los acontecimientos, Dick Rowe, Mike Smith y Tony Meehan no barruntan ni de lejos la magnitud de lo que tienen entre manos. ¿Pero cómo habrían podido, hace hoy cincuenta años?

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